Que mejor manera de estrenar blog que con uno de nuestros pequeños.
Sergio es su nombre y con tan solo un añito consiguió ser el alma de la fiesta de aquella tarde. Con unos cambios de humor terrible (ya sabeis las que sois mamás lo que es la dentición en esta edad) que si ahora me rio, que si ahora lloro… su sesión no dejó de ser única por ese mismo motivo. Jugamos con elementos que traía Sergio y le calmaban su boquita. Y así a su son tuvimos que adaptarnos a lo que el necesitaba. Porque un añito es solo un añito. Donde necesitan interacción y cariño a montones para que podamos entenderlos.
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